miércoles, 23 de noviembre de 2011

23.11.11


Ya me han quitado los parches, ¡¡¡por fin!!! No podéis imaginar lo que me pica la espalda.

Llevaba desde el lunes con la espalda llena de esparadrapos por la prueba de la alergia, sin poder ducharme y con tirantez. Y ya esta mañana he ido a que me los retiren, ya no aguantaba más, me picaba muchísimo. Me han dado alergia un par de parches, algún componente plástico con nombre raro. No me han dado muchos detalles porque tengo que volver el viernes a recoger los resultados.

Me han salido como dos verrugas, una en cada paletilla que pican horrores y lo peor es que no me puedo arrascar ni echar alguna crema. Me pintó la enfermera la espalda que parece la pizarra de un entrenador de fútbol. Que ganas de que llegué el viernes.
 


Por otro lado, la anécdota del día ha sido la llamada de mi jefe a la oficina, hoy no venía porque tenía cursillo, y mi respuesta borde, haber mañana cuando me vea.

 
Ha llamado desde su móvil y claro yo no sabía quien era, he dicho buenos días y el nombre de la empresa y él me ha preguntado si era otra compañera, le he dicho que no que si quería hablar con ella y me ha respondido que no que haber quien era yo. Me da una rabia que la gente quiera saber quien eres sin identificarse ellos primero, así que no le dicho mi nombre sino que le vuelto a preguntar si quería hablar con mi compañera o con alguien y como él seguía en sus trece he pasado la llamada. Mala suerte que mi compañera no estaba en su sitio y la llamada se ha cortado. Ha vuelto a llamar y le ha cogido otra compañera y todo borde le ha dicho pásame con María. Mi compañera se ha quedado sorprendida de lo brusco que ha sido y me ha dicho que era el jefe y al mirar el número que ha llamado, era el mismo que mi llamada misteriosa. Que vergüenza, haber que le digo yo mañana.







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